NOCIONES ELEMENTALES DE ORIENTACIÓN CON BRÚJULA
La brújula más aconsejada es aquella que es sencilla, barata y ligera pero
debe tener
anillo giratorio, simplemente eso. Observemos como es una brújula de este tipo, tal
y como se ve en
las fotos. Sobre una regleta de plástico está montada la brújula, dicha regleta tiene una
flecha que sirve
para marcar el RUMBO. La brújula tiene un anillo
giratorio que tiene la posibilidad de girar y está marcado en toda
su
circunferencia en grados, desde 0º a 360º. La
parte roja de la aguja de la brújula indica el norte.
PRIMER CASO, tenemos un mapa de la zona y sabemos a donde vamos y queremos poner el rumbo
en la brújula para saber en
qué dirección tenemos que ir.
Nada más fácil. Colocamos la brújula sobre el mapa, haciendo coincidir el centro de la aguja
(el
punto de
giro) con el lugar donde nos encontramos. Apuntamos con la flecha de
RUMBO hacia el lugar a donde nos queremos dirigir en el mapa. Entonces sujetando bien la brújula sobre el mapa y así situada vamos girando el anillo hasta que la aguja roja
pintada sobre él (no
la aguja de la brújula)
apunte al norte del mapa, normalmente hacia arriba, simplemente orientada hacia arriba
del mapa. En algunos casos no es hacia arriba, siempre habrá
una indicación en el mapa diciendo entonces hacia donde está el norte. Bien, una vez ajustado así
el anillo giratorio solo tenemos que coger la brújula y hacer coincidir la flecha roja pintada
con la aguja roja de la brújula (es decir hacer coincidir el norte que nos indica la brújula con el norte que le hemos marcado en el mapa), la flecha de
rumbo nos estará entonces indicando hacia donde tenemos que ir para llegar a ese punto. Todo este simple proceso que cuesta
hacer unos segundos queda ilustrado
en las fotos.
SEGUNDO CASO, en una guía de monte nos indican un rumbo determinado y tenemos
que ir
hacia el. Por ejemplo nos indican: "desde el punto donde nos encontramos tomar el rumbo
230º ".
Facilísimo, giramos el anillo hasta hacer coincidir la medida
230º con la flecha de RUMBO. A continuación hacemos como antes coincidir la punta
de la flecha roja pintada
con la parte roja
de la aguja de la brújula. Y ya solo tenemos que seguir la dirección
que nos marca la flecha de RUMBO.
TERCER CASO, vemos un punto concreto lejano y queremos poner en la brújula el rumbo
adecuado para llegar a él.
Apuntamos con la flecha de RUMBO hacia el punto concreto mientras hacemos coincidir la parte roja de la aguja con la flecha roja giratoria. Cada vez que queramos ver nuestro
rumbo solo tenemos que hacer coincidir ambas (flecha roja giratoria y parte roja de la aguja) para ver la dirección que nos marca la flecha de rumbo y seguirla.
Con la brújula se pueden hacer más cosas pero pienso que no merece la pena liarse
tanto. Hay
que
tener en cuenta
que la brújula es válida mientras nuestro camino sea más o menos recto, de
lo contrario nos obligaría a hace cálculos matemáticos que sobrepasan
estas simples nociones de uso de la brújula. Por supuesto, con la aparición del GPS la brújula ha quedado relegada a
un segundo lugar aunque conviene llevarla siempre por si
falla el aparato electrónico. No es
tan
precisa pero nos puede sacar de muchos apuros.
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